sábado, agosto 02, 2003

Día 2. El PC


Hoy me he comprado un PC. Tras 3 años, mi viejo Pentium III es reemplazado. También el monitor. Es increíble como los mejoran. Sólo en ruido el nuevo equipo hace 5 veces menos ruido, prácticamente no se oye, cuando yo estaba acostumbrado al sonido de aspiradora del antiguo. El otro gran avance ha sido el emigrar desde 2 altavoces de 7 € (lo juro por Dios) a un sistema 5.1 Dolby y toda la parafernalia. Aparte de que he conseguido llenar el salón de mi casa de cables y de altavoces pequeñitos, el sonido es como de otra división. Y el SubWoofer que está debajo del PC me da unas vibraciones que me entran por los huevillos que dan un gusto del 15. Me voy a jartar a ver películas de guerra, que son las que más vibraciones tienen.

Ayer fui al cine con mi amigo chino y vimos Terminator 3: Rise of the Machines. Salí un poco decepcionado porque esperaba una continuación inteligente de la segunda, y me encontré con una soberana chorrada. Y hay que ver lo envejecido que está Arnold. Ya no es el mismo, aunque ese pedazo de cuello como un tronco de árbol sigue ahí. Si este tío hubiera leído libros en las horas que ha pasado en el gimnasio en su vida, sería uno de los mayores intelectuales norteamericanos. Pero claro, a base de horas en el gimnasio y pastillas, así se ha quedado. Y vosotros no lo notáis porque veis la película doblada al español, pero el cabrón, en más de 20 años que lleva en los Estados Unidos, y no tiene maldito acento americano. Sigue hablando igual de mal que cuando hizo Conan el Bárbaro. El multicine al que fuimos está justo al lado del estadio Amsterdam Arena, el estadio del Ajax, y ayer había un partido entre el Ajax y el Galatasaray por un partido de estos de galas de verano. Aquello era un infierno. Lleno de gente, los parkings abarrotados, la calle con 60000 inchas, paseándose de arriba a abajo, bebiendo y meando por doquier. Y Yo con el chino, que es muy sensible a estas cosas, y que asocia las multitudes con actos del partido comunista.

En fin, que el día ha pasado cacharreando con el PC y disfrutando de un tiempo de escándalo. Mañana si puedo, playa.